El mural. Parte I. (Un capítulo cada tercer día)


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PARTE 1. Buenos días. (lunes 15Junio2015)

Cuando no se puede dormir, es porque alguien sueña contigo.


Se oían los grillos, los murmullos de los árboles y los trastos en la cocina. Victa, la hermana mayor de Reggi cuando no podía dormir cocinaba pasteles y lasagne, su cocina siempre olía a pan, a dulzor y leche, después en un juego a la nariz, todo cambiaba en olor por carne y queso.

Durante su insomnio Reggi observó fijamente el techo admirando su paisaje, pintado una tarde de abril cuando se dignó a decorar su cuarto después de haberlo contemplado en blanco por algunos años, dijo que tenía que plasmar algo con que soñar: Era un causal de rio, rodeado de arboles verdes y pequeños con frutos rojos, rocas grises redondas, al fondo se apreciaba una montaña con un cielo azul y escasas nubes blancas, mas allá del caudal se expandían arboledas frondosas, daba la impresión de un ambiente cálido y frío, así como ella se describía y pensaba que era su mundo. Soñaba con conocer ese lugar.

Cansada de pensar en cómo podría encontrar ese lugar, logró conciliar un sueño más.

***

¡Reggi, te preparé lasagne, está en el trasto rojo dentro del horno y te hice un chocolate oscuro, te amo, y me esperas a comer eh!- gritó Victa, con un pie fuera de la casa-.

¡Está bien, yo hago la comida, cuídate! – dijo Regina revolviéndose entre las sabanas color azul rey-, así iniciaban sus mañanas durante las vacaciones decembrinas, con el despertar de su hermana a gritos de amor por callarle el ruido del estómago.
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PARTE 2. Pérdidas(miércoles 17Junio2015)

Nadie está conforme con lo que tiene, todos fantasean.


Pasadas las 09:00 de la mañana, Regina ya estaba dispuesta con los tennis, sudadera, pants y corrompida por la ansiedad de ir a correr, su costumbre matinal.

Regina que para su locura prefería que le dijeran Reggi - creía que le daba el toque justo a su personalidad - era una adolescente que poco a poco se torneaba, ojos color marrón con forma de almendra, que con unos rayos de sol develaban un miel pegajoso, labios delgados y cabello lacio al hombro color negro, con el que nunca ha estado conforme, pero pensaba que las cosas más intrigantes de la vida venían con el negro, lo cual ayudaba a no aborrecerlo.

Cuando cumplió 12 años, su padre murió por un piquete de avispa, o al menos así lo decía sin dar más explicación; pero lo cierto era que su padre, tras un piquete de avispa tuvo que dirigirse a la clínica por la hinchazón y al entrar a su casa por el carnet de salud, dió un paso falso al subir por las escaleras  antes de llegar a su habitación, rodó y al llegar al último escalón ya no estaba aquí. “Es rara la vida, te vas de una forma inesperada como por un piquete de avispa”, repetía Reggi después de los múltiples lo siento en el funeral.

Su mamá al verse presionada por las inflaciones económicas constantes, cambió su domicilio a Atlanta, de donde mandaba dinero para que sus hijas pudiesen disfrutar más de lo básico, dejando encargada a su hija mayor Victoria que con la simplicidad de su persona prefirió acortar a Victa, eso hace ya tres años.

Victa y Reggi tenían una relación más unida por algunas noches, después de la cena los martes, jueves y domingos, habían hecho un tipo ritual en ausencia de sus padres: acostarse en la hamaca del jardín trasero de la casa y platicar, por horas sobre lo que les viniera en gana, aunque en ocasiones el sueño las vencía y otras tantas terminaban abrazadas fantaseaban con el hubiera de un padre vivo y una madre en casa.

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Parte 3. La Sorpresa. (viernes 19Junio2015)

Una palabra, un nombre, un minuto puede cambiar absolutamente todo.


Un día, sin reparar en que algo le hacía falta, salió a correr sin los audífonos puestos.

Para llegar a él tenía que atravesar el área de juegos para niños, un riachuelo que cruzaba el parque, la tienda de caramelos artesanales y la heladería, así hasta toparse recorriendo el muro.

Caminó toda la manzana hasta llegar al parque; era tan grande que tardaba en recorrerlo y casi al borde del colapso, llegaba hasta ver la barda al fondo. Contenía mensajes positivos y garabatos hechos por unos “artistas” o “pseudoartistas” como les decía ella. Con su padre le acuñaron: el mural

Le encantaba parar al llegar ahí, y recorrerlo lentamente disfrutando de la sombra. Era una parte del parque donde los árboles viejos inundaban con grandes ramas e incontables hojas; por las mañanas aún su nariz podía percibir la frescura que había dejado el rocío durante el amanecer, el olor a tierra mojada y cada vez que soplaban los mistrales, se lograba escuchar el crujido de las ramas de los árboles; se sentía un frío que obligaba a Reggi a meter las manos dentro de la sudadera.

- Gracias papá – se repetía en ocasiones antes de empezar a recorrer el mural.

El muro parecía perdido dentro de un mundo verde, distaba a un par de metros del sendero hecho de piedras lisas por el que caminaba Regina. Hace algunos años el gobierno motivó a jóvenes para que concursaran por plasmar un graffiti en ese muro y convertirlo en un mural de arte callejero. Cada graffiti revelaba rostros, paisajes, frases optimistas, de cuidado ambiental y estaba el que habían hecho ella y su papá: un paisaje desértico con una calle en medio y con letras titulado “basta con caminar por el desierto para saber que los arboles todo lo pueden sanar”. Había enviado el bosquejo obligada por su papá.

A los 8 años Reggi había dibujado muy detalladamente una foto familiar, empezó así, dibujando fotos y a los 10 años su padre convencido del don que tenía, la inscribió en el curso de pintura para niños que ofrecía la escuela de artes de la ciudad, donde aprendió a pintar con distintas técnicas, y el arte del aerosol lo aprendió por mera rebeldía. 

Esa escena desértica era el primer concurso en el que participaba, siendo su bosquejo uno de los 25 elegidos de más de 1000 para poder ser plasmados en el mural de arte callejero.

Y ahí frente a ese camino en el desierto, escuchó su nombre.

- ¡Regina! -

Inmediato paró, regreso a ver a los alrededores y no logró divisar a nadie. Eran las 9:45 de la mañana y como de costumbre el parque no contaba con muchas personas en su interior a esa hora del día. 

- ¡Regina! - repitieron.

Se percató que provenía de la parte trasera del muro, pensó que era una broma; corriendo apresuradamente se impulso con ambas manos y por encima del muro consiguió asomar la cabeza…
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Parte 4. El desconcierto. (lunes 22Junio2015)

Las experiencias de pérdida siempre dejan marcas, nos impulsan para vivir cada día.


Se dejó caer nuevamente frente al graffiti desértico, con los ojos entornados; cayeron lágrimas, una tras otra sin parar, tardó pasmada unos instantes con las ideas revueltas:

- ¿Qué hace esto aquí?¿Cómo llego aquí?¿Quién gritó?¿Qué significa?¡Es un pésimo juego!¡No merezco esto!... no lo puedo dejar así – se gritaba en sus adentros.

Y sin pensarlo más, estaba brincando sobre la barda para incorporarse al otro lado; se agachó lentamente con la mirada fija sobre los lentes de su papá.

- Tienen la marca carajo, son de él –pensó Reggi con una mirada iracunda, admirando detalladamente la marca que había hecho su padre en los lentes, una estrella de cinco picos dentro de un círculo, tan pequeño como pudo hacerlo con un alfiler.

Se sentó con las piernas entrelazadas, mirando los lentes detenidamente en cada detalle que pudiese gritar que no le pertenecían a su padre muerto y enterrado.

- Yo pedí que se los pusieran, se fueron con él hacia abajo, ¿cómo puede ser?, tengo que visitar su tumba, ¿le diré a Victa?, creo que lo mejor será ir sola aunque después me lo recrimine, no quiero alertarla sólo por nada – se decía en voz alta.

***

- ¡Hola Don Justo!, ¿cómo está?, ¿cómo le ha ido? – le preguntaba Reggi al velador y cuidador del cementerio en el que descansaba su papá.

- ¡Hola chaparrita!, he estado muy bien, rodearme de gente en paz me llena de salud al parecer. – decía Don Justo, lleno de alegría al ver a Reggi.

Lo cierto es que Don Justo ha vivido constantemente las visitas de la familia de Reggi en el cementerio desde que el Sr. Loreto fue víctima del piquete de avispa, por lo que les ha tomado tanto cariño. Siempre le llevan un presente en Navidad, en algunas ocasiones lo acompañan al médico y otras tantas existen platicas sin límite de tiempo durante sus visitas.

- Don Justo, ¿alguien ha visitado a mi papá o ha pasado algo por aquí desde la semana antepasada? – preguntó lo más sutilmente posible, tratando de que su tono de voz no revelara la desesperación que sentía por conseguir una respuesta.

- No chaparrita, todo ha estado tan tranquilo como siempre, pero recibió una visita de tu abuela el Lunes por la tarde y se fue ya un poco oscuro, aunque la luna estaba tan resplandeciente como pocas veces, que podía verse todo con claridad – atinó a decir Don Justo.

- ¿Mi abuela? – Reggi se quedó pasmada, incrédula a lo que había escuchado, ella sabía que los padres de su papá lo habían dejado en casa de su tía cuando era niño y nunca regresaron por él - ¿cómo es posible? – pensó en voz alta.
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Parte 5. Los Secretos. (miércoles 24Junio2015)

A veces vivimos ciegos, hasta que un evento mueve el piso donde estamos parados y perdemos el equilibrio.


Don Justo no supo que decir, tartamudeó un Lo siento y abrazó a Reggi

- Mi niña perdóname, es algo que no me corresponde a mí decirte. Ella viene a veces, sé que es tu abuela porque un día me lo hizo saber en una plática y me suplico no le dijera a nadie, que ella sólo quería pasar unos minutos con su hijo algunos lunes de manera tranquila- se pretexto Don Justo.

- Entiendo, entiendo, no puedo culparlo, pero le agradecería que me dijera que día vendrá, quiero verla – Dijo Regina de una manera resignada pero con tono agresivo.

- Ella no viene un día fijo, pero lo que si es seguro es que cuando llega a venir tiene que ser un lunes alrededor de las 6 de la tarde. Gracias por no juzgarme chaparrita, créeme que no ha sido fácil guardármelo, tu sabes que las quiero mucho a ti y a tu hermana – le dijo suavemente a Regina mientras le agarraba la mano.

Reggi visitó a su padre.

***

Esperaba la ruta que la llevaría de regreso a su casa sobre la avenida principal, no comprendía lo que pasaba y estando consternada, no reparó mucho en el autobús que había tomado.

***

- Que sueño, no creí que todo esto pudiera hacerme sentir tan harta y cansada… ¿dónde carajos estoy?- pensaba, mientras de forma súbita se paraba para bajar al ver que había tomado una ruta equivocada.

Había llegado a la calle que quedaba a un costado del mercado central de la ciudad, la tarde había transcurrido casi en su totalidad pintando el cielo azul de naranjas y rosas. Caminando por la acera observaba tan vagamente cada tienda, y entre mas se adentraba, cada tienda era más rara a la anterior.

- Parecen antigüedades – se dijo en susurro a sí misma. Guiada por la inercia de sus pasos y la intriga ansiosa que le provocaba caminar por ahí, se adentró en una tienda: “Lo que no vemos”.

- Hola linda, buena tarde ¿puedo ayudarte en algo? – preguntó una mujer de cabello estilo bob muy corto, pelirroja natural, de tez apiñonada y ojos marrón oscuro, con una mirada de paz embriagadora, aparentaba casi 40 años de edad.

- No gracias, sólo estaré viendo – apuntó Reggi.

- Te veo confundida, si no sabes que estás buscando cierra los ojos y déjate guiar a través de la tienda por la pregunta que más se repita en tu cabeza, créeme, lo primero que toques será la respuesta – sugirió la mujer pelirroja en un tono sereno y convincente.

- ¿la pregunta que más se repite en mi cabeza? – le preguntó Regina con tono incrédulo.

- Así es, nuestra mente pone las preguntas frente a nosotros, unos las proyectamos mayormente en letras, otros en caras de personas, otros en paisajes, otros en animales, en otros es muy variado y estos últimos tienen un desorden interior, entonces tus preguntas como un view master van pasando frente a tus ojos, pero hay unas que pasan repetidamente más que la otras, esa es la que necesitas aclarar en este lugar y en este momento – explicó la mujer pelirroja.

Con gesto incrédulo, Reggi sólo asintió dos veces antes de disponerse a hacer lo indicado.
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Capítulo 6. Respuestas con preguntas. (viernes 26Junio2015)

Algunas respuestas nos regalan más confusión que claridad, nos llevan a preguntas más complejas.


Reggi cerró los ojos sin apretarlos y empezó a ver imágenes, sus recuerdos, sus preguntas en imágenes, sin orden, de adelante hacia atrás y viceversa, aunque trataba en demasía colocarlas una tras otra como ella creía, había una imagen que pasaba constantemente sin que la llamara: sus manos sosteniendo los lentes y con la mirada fija en la marca.

Con los ojos cerrados caminó pausadamente dentro de la tienda tropezando con algunas cosas, pero sin sentir que debía parar… hasta toparse frente a un estante, en el que sintió una corazonada, paró en seco, alzó la mano justo por arriba de ella y tocó algo, era pesado, alzó las dos manos sin abrir los ojos – no tengas miedo Regina, de seguro ésta señora quiso hacerse la interesante, recuerda que lo más intrigante de la vida viene con negro y ella es pelirroja – pensó secretamente en sus adentros con el fin del calmar el nerviosismo que sentía ante lo que estaba intentando sostener.

- Si crees que sólo es por hacerme la interesante ¿por qué me sigues el “juego”?, tranquila mi niña, lo intrigante de la vida no sólo viene pintado con negro – le dijo la pelirroja con una seguridad cauta y una risa tierna, aunque Reggi no pudo verla.

- ¿Qué carajos? ¿Cómo diantres pudo saber lo que pensé?, no temas Regina, las clases de defensa personal puedes hacerlas funcionar aquí si es necesario – Pensó mientras abría los ojos súbitamente para clavar la mirada en la mujer.

- No tengas miedo preciosa, mejor observa lo que se te ha regalado como respuesta – le dijo la tendera, señalando entusiasmada lo que tenía Reggi sujetando en las manos.

“Bilocación” con letras plateadas, fue el título del libro que sostenía Reggi con ambas manos. Un libro de pasta gruesa color rojo granate, hojas desgastadas y cocidas con un hilo morado para mantenerlas en orden y unidas, no contenía nombre de autor, ni editorial. Prefirió no abrirlo. - ¿qué significa bilocación? – es lo único que pudo cuestionarse en ese momento.

- Me llamo Jophiel y ¿cómo te llamas tu, mi niña? – preguntó la intrigante mujer que no llegó con el color negro.

- Regina, puede decirme Reggi – contestó.

- Es hermoso, no te asustes de mí, yo sólo husmeo a ratos donde no me llaman, pero no lo hago con el fin de asustar, sólo al igual que tú me inunda esa característica humana llamada curiosidad. Has cogido uno de los libros que como raras veces, se donaron de manera anónima a mi tienda ¿sabes lo que es bilocación? – expresó tan tranquilamente Jophiel.

- No lo sé y ¿cómo es posible que supieras lo que pensé en ese momento? ¿Por qué lo hizo? – preguntó Reggi de una forma exaltada, harta de todos los sucesos del día.

- Te pido una disculpa y con gusto puedo responder todo lo que desees, siempre y cuando tenga la información para poder compartirla contigo; pero creo que será mejor mañana, ya la noche se ha despertado sonriente y creo que es mejor que no se te haga tarde. Abro mi tienda a partir de las 10:00 de la mañana, te estaré esperando – dijo Jophiel con un tono de voz entusiasmado lanzando un caricia nostálgica sobre el cabello negro de Reggi.

- Pues si, tiene razón, vendré mañana, sin falta. ¿Qué precio tiene el libro? – dijo Regina

- Lamento decirte que los libros no salen de aquí, no están en venta a menos que el libro te elija para que tú puedas tenerlo, pero eso se verá con el tiempo – se apresuró a decir Jophiel, - aunque si los vendiera no tendría tanto libro almacenado – terminó pensando.

- ¿Qué me elija? ¿A dónde vine a caer? Yo ni debería estar aquí, si no fuera porque tomé una ruta equivocada – pensó Regina – está bien Sra. Jophiel- contestó en tono resignado.

- Perdón otra vez por irrumpirte, pero en esta vida no hay equivocaciones, sólo decisiones y por consiguiente reacciones, pero esa pregunta insistente te llevo a ese libro, te invito a que regreses mañana y si es charlatanería para ti, no te insistiré más – suplicó la señora.

- Creo que ya me estoy acostumbrando, pero sinceramente me parece muy descortés Sra., y si, mañana estaré aquí, gracias por la atención de ésta tarde – apuntó Regina en tono molesto. Se despidió con un apretón tenue de manos, pensando en que a veces ser tan paciente la dejaba con dudas por días como ahora.

Caminó hacia la avenida más cercana, en la parada de autobús subió la mirada al cielo y sonrió. Era una noche estrellada y una luna en un creciente hermoso, incluso  parecía que sonreía con ella como lo había dicho la Sra. Jophiel: la noche se ha despertado sonriente, suspiró.

Tomó un taxi.
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Capítulo 7. El abrazo que faltaba. (lunes 29Junio2015)

Todo es posible, hasta lo que no vemos, sucede.


- ¡Buenos días! – grita Regina tocando la puerta de la tienda “Lo que no vemos”, esperando una respuesta de la Sra. Jophiel.

Durante su rutina matutina, corrió más de lo normal, incluso se sorprendió al notar que muchos de sus pensamientos corrían como ella pero en la travesía de su mente, sin proponérselo, sus piernas habían dado un kilometro más.

- ¡Hola Reggi!, vamos, pasa, pasa, que el tiempo apremia a quien le saluda primero – dice con suma euforia la Sra. Jophiel.

- ¿Por qué siempre dice frases… ¿cómo decirlo? ¿enigmáticas? ¿Cómo de otra época?- arrojó Reggi sin reparar en si había sido drástica o grosera.

Carcajea sonoramente Jophiel.

- Es mi manera de ver la vida, y una forma de compartir con las personas lo poco que se de lo que he experimentado, pero creo que en efecto, me escucho de otra época, gracias por hacérmelo notar. Ahora dime tu ¿cuál es la imagen que se repetía insistentemente? Y ¿cómo llegaste aquí? – dijo entre risas Jophiel.

- Eran mis manos sosteniendo los lentes de mi padre cerca del Parque central, fijaba la mirada en la marca que él les había impreso: un símbolo que le gustaba mucho, una estrella de cinco picos dentro de un circulo, tan pequeño como es posible hacerlo con un alfiler y llegué aquí por un error, me dirigía a mi casa, pero por descuido tomé la ruta que me deja a dos calles de aquí y caminé hasta su tienda, la verdad es que entré por mera curiosidad, Sra. Jophiel – aclaró Regina.

- Ya veo, mira, bilocación es estar en más de un lugar a la vez, de hecho exactamente en dos. En metafísica se conoce como desdoblamiento pero lo cierto es que aunque es un tema poco común, es aceptado como existente incluso por el catolicismo y el budismo. En la historia se dice que algunos santos fueron capaces de poder experimentar este fenómeno como San Francisco de Acis, San Anotnio de Padúa, pero las bilocaciones más notables fueron por el famoso Padre Pío, aunque claro, también hay escépticos a que dicho fenómeno pueda llevarse a cabo y lo definen como otras cosas que sinceramente no recuerdo. ¡Ah! Y por favor dime Jo, ya estoy entrada en los 40 pero mi alma aún es joven, puedes tutearme – contó entusiasmada y ansiosa Jo.

- Ok, Jo entonces. ¿Qué tiene que ver mi duda con ese libro? Ya que tu ayer en una explicación me dijiste que mi respuesta se encuentra ahí – preguntó con aire burlón.

- Lo cierto es que eso no lo sé aún, yo te puedo ayudar a resolver preguntas, incluso hasta las dos iremos descubriendo cosas, pero necesitaría saber la historia detrás de todo lo que te llevó a tenerla, y si estás dispuesta a abrir tu vida conmigo de esa forma, estaré más que agradecida. En ésta tienda me han pasado tantas cosas, por cuestiones personales o por personas que llegan aquí como tú “por error”, sólo que no todos quieren ayuda, muchos sólo están conformes con los que les pasa sin ir más allá.

Los seres humanos vivimos cada día todos los días, conformes con lo que explica la física, la química, la biología, incluso la psicología y todas las ciencias que vienen con ello, y está bien si eso les da tranquilidad y felicidad, pues a eso venimos, pero coexistimos unos cuantos que buscamos más allá, que desde niños tenemos dotes poco comunes que casi nadie puede entender o que la ciencia humana no puede explicar al 100%, y no descansamos hasta encontrar una respuesta que nos de esa tranquilidad y esa felicidad, yo encontré la mía fuera de unos psiquiatras que trataron múltiples terapias conmigo, y heme aquí, manejando una tienda que me ha dado todas las explicaciones, que al igual que tu llegué “por error”- dijo de una forma seria Jo – te platico todo esto porque yo también pondré mi vida sobre la mesa, digo, no sería justo que sólo tu tuvieras que arriesgar la confianza – terminó Jo.

- Muchas gracias Jo – se quiebra la voz - no sé cómo empezar, creo que todo esto ¡ha sido demasiado para mí! - brotaron las lagrimas - yo no creo en éstas cosas, mi padre estudió física, le apasionaba tanto que me heredó su amor por la ciencia, y ahora estoy aquí por un evento que me duele tanto y me hace sentir perdida, todo lo que sabía no es exactamente lo que es – dijo Regina entre sollozos, se le escuchaba dolida, quebrada, desconcertada.

Jophiel la abrazó tan fuerte como pudo – tu padre tuvo secretos Reggi, te regaló esos lentes por alguna razón, esa marca me dice que él fue más allá buscando explicaciones. Si quieres, te voy a acompañar tan lejos como tu decidas ir mi niña, pero se fuerte, las almas fuertes lloramos para aclararnos el corazón, para trabajar nuestra alma y poder seguir adelante, aquí estoy para ti – exclamó Jo tan nostálgicamente como pudo, con la voz quebrada, en empatía con la tristeza que inundaba a Regina, la entendía perfectamente.
Reggi sintió la tranquilidad que sólo había conocido en los brazos de sus padres, no dudo en abrazar a esa extraña; tal vez era la necesidad de encontrar una respuesta, una amiga en el camino que iniciaba, pero su instinto le gritaba ¡sigue!

Se sintió decidida, se sentía en paz por ese momento.
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Capítulo 8. Jo, parte 1. (miercoles 01Julio2015)

No hay historia de vida sin eventos especiales: cada día es uno de ellos.


- Vamos a caminar al parque, mientras cuéntame un poco de tu vida, y yo te contaré la mía, ¿vale? – le dijo Jo mientras tomaban un té de Jazmín para calmar los ánimos de Reggi.

- Me parece bien, gracias Jo, de verdad muchas gracias– pronunció Regina mientras sorbía el té.

***

Durante el camino en el auto de Jo, Regina le fue contando sobre la muerte de su padre, la ausencia de su madre, la buena relación que tenía con su hermana, su amor por la pintura, la forma en que coincidentemente había decidido por primera vez salir a correr sin audífonos y escuchó su nombre tras el mural con un tono desesperado, lo que sintió al ver los lentes de su padre tirados como si el tiempo no hubiera pasado por ellos; la extraña aparición de su abuela que aún no lograba ver pero que estaba decidida a buscarla. Todo entre miradas de confusión, tristeza y con sumo detalle para que Jo pudiera analizar las cosas.

- Hemos llegado Reggi, ahora te contaré en resumidas cuentas mi vida – dijo Jo mientras bajaban del carro – hay cosas que necesito que sepas antes de todo y creo que lo más interesante parte desde el momento en que llegue a esa tienda, ¿sabes? Me fue heredada, mi abuela, a la que nunca había conocido al igual que tu, un día apareció y me dijo que todo lo que tenía era ahora mío y que no entendería muchas cosas, llorando de una forma desgarradora me dijo: perdóname por no enseñarte todo lo que se, y perdónanos a tu padre y a mí por dejarte - empezó contando Jo, con una mirada fija hacia el frente, reviviendo el instante de aquellas palabras que fueron gritadas desconsoladamente entre lagrimas.

- ¿También tu? ¿Una abuela perdida? – replicó Reggi.

- Voy a seguir con mi historia y tu decidirás que pensar, ¿vale?-

- Perdón, te escucho – apenada dijo Reggi por interrumpir

- Poco antes de los 7 años pude escuchar voces, y a los 8 empecé a escribir lo que escuchaba; escribí hojas y hojas, eventos que habían sucedido y por suceder, sólo escuchaba y anotaba. Mi madre se asustó y mi padre nos abandonó a los dos años después de eso. Mi madre enojada con la vida terminó en un centro de rehabilitación, no sin antes llevarme con psiquiatras, que me mantenían drogada y cosas de esas que salen en las películas gringas como si fuera ficción, jodidos gringos, siempre queriendo hacerse los creativos cuando no tienen ni un ápice de imaginación, nada como el cine de arte e independiente, no Reggi los gringos bien saben que lo sacan de asuntos que ya existen, pero ¡ah no! les gusta adjudicarse el crédito, deberían de hacernos un favor y dejar de ser egocéntricos – dijo ya exaltada Jo.

Reggi carcajeó incontrolablemente– Ay Jo, ¿Cómo pudiste pasar del drama total de tu vida a terminar hablando de falta de creatividad de los gringos? –.

- Perdón, creo que me deje llevar – ríe Jo – Sigo, ya estando sola, viví con mi tía hasta los 17 años que fue cuando apareció mi abuela y creo que es la edad que tú tienes. Me dio las llaves de la tienda y ciertas instrucciones, murió a la semana así que no logró saciar mis dudas.

Yo con cierto resentimiento por que quiso aparecer al final de su vida, intenté llevar la tienda a quiebra, había muy buenas ganancias, y yo despilfarraba el dinero en tonterías y también viajaba; dejaba cerrada la tienda por semanas, pero regresaba y la de alguna forma seguía de pie. Uno de los primeros eventos más curiosos que experimenté ahí fue romper la última instrucción que me había dejado Damabiah, mi abuela: No vendas los libros, se irán con quien decidan, si intentas vender uno te aplastará. ¿Cómo un libro puede aplastarme? ¿Lo dijo literalmente? ¿Qué demonios significaba que ellos elegirían con quien irse? Mi abuela era una mujer loca, es lo único que pude pensar en ese momento.

La primera vez que intenté vender un libro, regresó al mes a mi tienda, me lo vendió otra persona por el mismo precio que lo había dado y lo compré porque me había enterado que otro comprador lo quería por un precio mayor, era un libro el doble de pesado al que tu agarraste, por la tarde mientras lo acomodaba cayó sobre mi cabeza y sinceramente lloré como una niña del dolor, no me da pena decirlo, fue un golpe por demás duro, maldito libro. – ríe Jo – y así, fueron otras cuatro veces con diferentes libros, los vendía, regresaban, los terminaba comprando, o me los volvían a donar y entonces culminaba la instrucción: me aplastaban con dolor, la cabeza, el pie, la mano, de hecho uno me cayó justo en la cara y me fracturó la nariz, con ese entendí que las instrucciones de mi abuela no debían tomarse a juego - Jo se iluminó al ver durante su caminata, que habían llegado a los gelatos dentro del parque, corrió por un tradicional Fruti di bosco y Reggi por uno de Tiramisú.

- Discúlpame por correr como animal hambriento por uno de estos, pero para mí ¡son una maravilla!, a veces me pregunto ¿cómo las personas pueden andar por la vida sin probar uno de éstos? Pobrecitos – dijo Jo saboreando con una luz en los ojos transparente. Reggi por un momento la vio como una niña con juguete y pensó: ¿Cómo puede emocionarse a su edad por éstas pequeñeces? Es una señora rara.

- Bueno, y la primera vez que vi como un libro elegía a alguien fue fenomenal, pasó un año desde el primer contacto que tuvo Rafael con el libro: El Don de la Fe. 
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Capítulo 9. Jo, parte 2. (viernes 03Julio2015)

No hay coincidencias, todo es por la razón que la vida te dirá en su momento.


- Era un pequeño de 6 años más o menos, se perdió de la mano de su mamá cuando andaba por el mercado siguiendo al señor de los algodones, entró llorando a la tienda porque había perdido de vista al señor de los algodones, creí que era por perderse y le dije: no tengas miedo, vamos a encontrar a tu mamá, me contestó: no tengo miedo señora, Dios siempre guía a mi mami para que me encuentre. Recuerdo que quedé pasmada ¿cómo un niño de 6 años podía hablar con fe ciega y sin temor de estar perdido? y ¿Por qué me había dicho señora? En ese entonces tenía 20 años, ¡era señorita! – sonríe Jo de una forma pícara rememorando su juventud.

- Vaya, ¿de qué hablaba el libro? – pregunto entusiasmada Regina, no podía contener la cara de asombro por todo lo que le estaba contando Jo, incluso había olvidado todo lo sucedido.

- Hay distintos dones espirituales, yo por ejemplo tengo el don de interpretación de lenguas, el niño tenía el don de la Fe, y el libro hablaba de ¿cómo?¿para qué? usar el don, era raro pues Rafa lo entendía todo. Su mamá creía fielmente en todo esto, habló conmigo e igual que tu quiso comprar el libro, pero me negué; cuando entro en el capítulo que hablaba sobre su servicio, hubo un apagón por todo el centro, ya estaba oscuro y el estaba sentado en las mesas de lectura para niños, así que caminé apresurada, sabía que no tendría miedo, pero lo quería y me preocupaba por él, mi sorpresa fue que al llegar, la lámpara que le ayudaba a leer seguía encendida sin alguna explicación lógica – hizo una pausa dando un suspiro hondo y prolongado – Supe en ese momento el libro lo eligió.

Rafa ahora es misionero, se va por el mundo donde la gente cree que Dios los ha olvidado, cuando venga tendrá que conocerte Reggi – apuntó Jo entusiasmada recordándolo.

- Nunca había escuchado sobre los dones espirituales, ¡cuéntame otra cosa más por favor! – suplicaba Reggi.

- No sólo hay dones espirituales Reggi, hay magia o en su defecto manejo de energías o también manipulación de lo que llamamos física, de ella se disipan otras ciencias que estudian el universo, pero de ahí nace todo, gracias a ella sabemos que hay otras dimensiones, incluso la bilocación puede explicarse con física, pero no estudié eso así que no podría explicártelo con términos científicos, pero puedo decirte que la metafísica dice que en ese punto no sólo puedes estar en dos lugares a la vez, si no que también puedes enviar tu proyección en el tiempo – pausó Jo para tratar de ordenar las ideas – Por cierto, yo no leo la mente, las voces me lo dicen: yo sólo interpreto lenguas.

Gracias a ello puedo saber muchas cosas, más de las que me gustarían sinceramente, pero he aprendido a callarlas y a escucharlas cuando lo requiero, al menos la mayoría del tiempo y he aprendido de discernir entre lenguas proféticas, de información presente y las que sólo me quieren dañar; quiero que entiendas algo: en este mundo siempre hay un opuesto, es simplemente necesario, no puede existir uno sin el otro, por eso nos dieron el libre albedrío para poder decidir por nuestras propias experiencias y sentimientos el camino que deseamos tomar.

En el espiritismo se dice que Dios ha trazado caminos para nosotros, es por eso que se habla del plan de Dios, pero te permite decidir hacia donde caminar y las intersecciones de cada ruta se dan en los grandes eventos de tu vida: como la muerte de un hijo en un asesinato; es ahí donde tú tienes toda la responsabilidad sobre tus decisiones, ¿hacia dónde te inclinarás? ¿Tomar venganza o perdonar? Cosas así -

- A veces no puedo creer que todo eso coincidentemente pueda explicarse con asuntos esotéricos o paranormales – replica Reggi.

- Reggi, mi vida y la tuya no tienen “coincidencias”, si no, sucesos con una razón: despertarnos…
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Capítulo 10. Sin coincidencias. (lunes 06Julio2015)

Siempre llegamos a la razón, mas tarde que temprano pero en el momento exacto.


- Tu abuela es especial y tu papá lo sabía, todo empezó a los 16 años, ¿Por qué? El 16 sumado da el número 7, un número de naturaleza cabalística, el número de Dios le dicen, y siempre los dones y talentos especiales se presentan alrededor de los 8 años, representa el infinito, representa el inicio de lo nuevo. Dios creó al mundo en 7 días, entonces todo número que empieza después del 7 se toma como una regeneración – inició la explicación apasionadamente Jo.

- Ahora, todos tenemos dones espirituales o carismas como lo dice la biblia, pero yo también creo en la magia, en la metafísica, el espiritismo, todo va ligado a Dios incluso la ciencia, aunque muchos mortales quieren creerse Dios y luchan por demostrar que no hay un ser superior, ¡es un acto meramente egoísta! – grita Jo - ¿sabes por qué?: Si se demostrara que no hay un Dios, ellos al “descubrir” algo que marcara una importancia trascendental en la ciencia los convertiría en inmortales y estarían por encima de la mayoría de los seres humanos, como dice mi amor Milan Kundera en La Inmortalidad, ¡deberías de leerlo! – Agita el brazo de Reggi extasiada - escribe de una forma por demás enigmática, he visto sus fotos y ¡es un hombre guapísimo! correría a sus brazos sin dudarlo, ¡oh Milan mi amor!… - sonríe Jo pícaramente con ojos de borrego a medio morir - ¡Perdón, perdón! ya me desvíe del tema… Bueno, el chiste de esto es saber tu por dónde vas – concluye pensativa.

- ¿Yo?, no, no, no Jo, es raro lo que te ha pasado y creo cada una de las palabras que me has dicho, pero es muy diferente a que yo tenga algo de lo que dices, ¿magia? ¡Eso ni de chiste!, simplemente no puedo creer que esté unido a mi– arremete Regina levantándose de la banca drásticamente y a punto de salir corriendo.

- Reggi cariño, tranquila por favor, lamento emocionarme contándote esto como si fuera fácil para ti, te iré explicando cualquier pregunta, pero necesito que estés abierta de mente: la magia como te dije antes, sólo es ciencia básica, y tu puedes investigar en la magia de google, ¿vale? –

- Contéstame mis dudas entonces, tengo muchas y prometo tratar de asimilar la información sin ponerme tan nerviosa –

- Venga la primer pregunta, estoy preparada – dice en tono cómico tronándose los dedos para iniciar una nueva caminata y poder llegar al mural.

- ¿Qué tiene que ver todo lo que dijiste de las edades y tu vida con la mía? –

- Ok. Las personas que se mezclan en magia, tienen que trascender sus dotes a sus descendientes sanguíneos saltando una generación y recae en el más pequeño de edad, así, el abuelo o abuela adquiere tiempo para conocimientos y aportándolo a la magia.

Esa generación y las más pequeñas de edad somos tú y yo, no es coincidencia.

La fuerza masculina transfiere el don, por eso el padre tiene la oportunidad de separarse del hijo más pequeño hasta poco más de tres años después de haber dado el primer indicio del dote, esto con la finalidad de que el nuevo mago descubra su camino por sí mismo. Si el padre decide quedarse, bueno, sabes lo que pasa Reggi. La mamá siempre, de alguna forma, termina separándose.

- Ósea que ¿mi papá no huyó? Y ¿yo tendré forzosamente un hijo varón? –

- Así es, tu papá quiso llegar hasta su final contigo y tú tendrás un hijo varón –

- ¿Entonces tu ya tienes un hijo? –

- Yo…
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Capitulo 11. Demasiadas Reglas. (miércoles 08Julio2015)

Aprende las reglas, así sabrás como romperlas apropiadamente – Dalai Lama -


- Yo, bueno, sí. El se encuentra estudiando fuera y en su momento tendré que platicarle todo esto, me odiará, siempre nos terminan odiando Reggi – dice en tono quebrado - Mucho tiempo recriminé a mi padre, por haberme dejado pero es algo que no elegimos y cuando mi abuela me pidió perdón de esa forma, simplemente me estremecí Reggi, vi en sus ojos un arrepentimiento hecho sufrimiento; ahora sé que no lo pudieron evitar así como yo no lo podré evitar.

- Es demasiado Jo, ¿cómo podríamos vivir así?, entre secretos, sin familias, a la intemperie de la vida sin un rumbo -

- Las brujas somos así cariño, regularmente nos rodeamos de personas que también han pasado por lo mismo y aunque no lo creas, vas a ser sumamente feliz, encontrarás la pasión de tu vida ya sea buscando más de ésta loca forma de vivir o una normal. Recuerda que tú eliges Reggi. Sé que ahorita todo te parece tajante y desafortunado, pero no te dejes llevar por las primeras impresiones –

- ¿Cómo me dices eso después de decirme lo que tendré que pasar en mi familia? No quiero dañar a nadie, mucho menos a mi familia, ¿puedes pensar lo que vivió mi padre al saber que su amor por mi tenía que llevarlo a un fin? –

 - Todo saldrá bien cariño, dale una oportunidad a todo esto. ¿Falta mucho para llegar? Nunca creí que este parque fuera tan grande – Replica Jo con fastidio.

- Ya casi llegamos, ¿no que estabas en forma? –

- La tengo querida, pero caminar me es un poco desesperante, por muchísimo prefiero el running; gracias a Dios venimos platicando, si no, ya hubiese desistido en el primer metro o muerto en el intento – Lo dice Jo con un ademan de dramatismo mientras sonríe.

- Ay Jo, anda, anda, falta poco, poquito, nada. ¿Qué le paso a tu papá? ¿Lo mismo que al mío? –

- Obvio no Regina Loreto, mi papá anda por ahí bien vivito y coleando el muy canijo, quien sabe dónde, lo único que me saben decir las lenguas es que está siempre lejos de mí. Dana mi abuela le puso protección por lo que lo hace invisible a cualquier bruja incluso a mí, y ciertamente nunca he intentado buscarlo, al menos mi abuela tuvo agallas, el ni eso –

- Vaya, mi abuela tiene mucho que responder en cuanto la enfrente-
- Antes de que intentes buscar a tu abuela, o que ella te encuentre quiero que estés preparada, que leas el libro y que me permitas enseñarte el modo de vida que llevamos –

- ¿Por qué Jo? ¿Por qué tanta complicación sólo para ver a mi abuela? -

- Reggi, como te lo dije, hay luz y oscuridad, no sé qué clase de persona sea tu abuela, pero muchas luchan contra ser encontradas por las herederas, si llegasen a conocerse, ella tendría que renunciar a todo lo que conoce y dártelo a ti –

- Tal cual como lo hizo tu abuela –

- Sí, la mayoría de las mujeres enrolladas en esto son un tanto, por decirlo de la forma más sutil posible: egoístas, ya te irás dando cuenta. Ahorita que me comentas todo esto no se cómo puede relacionarse tu pasión por pintar excepcionalmente con un don -

- Jo, tengo algo que confesarte, mi padre me dijo que no se lo contase a nadie, pero eres buena persona y quiero que lo sepas – hace una pausa, a unos cuantos pasos de llegar al mural - mis pinturas muchas veces, son especiales –

- ¿Cómo especiales? –
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Capitulo 12. Lugares que cambian de lugar (viernes 10Julio2015)

Las cosas pueden cambiar de un minuto a otro y un día puede formar un abismo de sucesos.

- En seguida te lo muestro, acabamos de llegar –

Pararon.

Jophiel estaba atónita, en realidad Reggi tenía un talento para la pintura por demás notable. De hecho parecía más una ventana. Se veía tan real que el muro daba la impresión de ser interrumpido por ese fragmento, como si se pudiese seguir el camino en medio del desierto. Era un lugar maravilloso, se estaba reprochando a sí misma el hecho de nunca haber estado ahí antes, se sentía la naturaleza de una forma excepcional, todo rodeado del verde de los árboles, la calma de un oasis, sin ruido y los escasos rayos de luz del sol lograban rebotar en el mural gracias al movimiento de los árboles con el viento, la madera crujía con deleite, daba la impresión de ser un lugar tan perdido y aislado del resto del mundo.

- Reggi, es hermoso, este lugar es bellísimo y pintas como nunca lo había visto, parece tan real, ¿son así todas tus pinturas? ¿cómo lograste a esa edad pintar esto y sólo con aerosol? Eres talentosísima– Jo se lo preguntaba sin dejar de admirar la pintura con las manos cruzadas frente a ella.

- Sí, mis pinturas muchas veces terminan siendo – hace una pausa – reales, sé que es cuando pinto algo que traigo en la mente y por lo regular son paisajes de lugares en los que ya he estado o visto, incluso animales, pero jamás se “vuelve” real una pintura en la que haya plasmado personas –

Jo, sólo atinó a fijar la mirada en los ojos de Regina. Nunca había escuchado tal habilidad a pesar de los años que tenía en el mundo “especial”.

- He visto casi de todo Reggi, ¿pero una pintura como lo dices tú? Explícamelo ¿vale? Porque la está inquieta ahora, soy yo – dijo Jo de una forma consternada, no entendía cómo pudiese ser real una pintura como lo estaba describiendo Regina.

- No lo sé, no me lo propongo. Éste paisaje tuve que cerrarlo por que cuando estaba por terminarlo empezaba a sentirse el calor del desierto y el viento seco y polvoriento. Empecé desde niña a hacerlo: usaba lápices, crayones, plumines, incluso en alguna ocasión mi padre me reto y usé carbón para un dibujo acerca de una pared blanca con una puerta negra, misma que empezaba a abrirse y la borré inmediatamente – Respondió Reggi en un tono acelerado, no le gustaba dar tantas explicaciones al respecto, sentía que defraudaba a su padre.

- ¿Cómo “cierras” la pintura? –

- Sólo le agrego algo que pueda quitarle el realismo, en este caso frente a ti, sería el slogan de arriba y no es la frase que hubiese querido, pero lo hice tan aprisa como pude antes que se dieran cuenta los demás -

- Ay querida, tienes un don muy peculiar. Jamás había leído o escuchado de algo así. Ahora veamos el lugar dónde encontraste los lentes, estoy impaciente –

- Tenemos que brincar Jo, está al otro lado de la barda ¿podrás? –

- Regina, tengo una condición igual a la tuya, no me retes, aún no me alcanzan las reumas de la edad – Dijo sonriendo Jophiel.

- A ver entonces quien llega al otro lado primero, señorita Jophiel a la cuenta de tres. Uno… dos… ¡tres! –

Ambas toman impulso y brincan, Jo lo hizo de una forma un poco más ágil que Regina, demostrando que la edad no le impedía mantenerse en forma, pero al llegar al otro lado, Regina de encontrarse sobre sus dos pies, cae casi instantáneamente de rodillas con una cara de asombro. Jo, asustada pensando en que probablemente se haya lastimado con la caída se apresura a su lado para ver que le sucedía.

- ¿Estás lastimada Reggi? ¿Qué te sucede? –

- Este… - hace una pausa, con una cara atónita – Este no parece el mismo lugar Jo. ¿Qué sucedió? –
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Capítulo 13. El primer acto. (lunes 20Julio2015)

La excitación es el primer paso para descubrir nuestro nuevo sendero, o bien para cambiar el rumbo.


- Se más clara Regina, respira profundo y mantén el temple. En esta vida nada nunca está perdido, sólo se ha movido o cambiado, pero jamás perdido. Cuando te calmes te daré la primera lección, sigue respirando profundo –

Regina estaba totalmente desconcertada, lloraba y trataba de hacer lo que le decía Jo y pensó en que ella se estaba convirtiendo de verdad en su guía, que ha tenido las explicaciones a lo que ella buscaba y debía escucharla una vez más. Esto le ayudó a tranquilizarse rápidamente después de un par de minutos.

- Gracias Jo, ya estoy bien ¿Qué hacemos? –

- Ok, primero explícame como era entonces el lugar. Visualiza como si te encontraras nuevamente en ese momento –

Regina se sentó. Miró a los alrededores, vio cada detalle del lugar en el que se encontraba ahora: un piso descuidado de lajas justo detrás del muro hecho de ladrillos en tonalidades marrón pero se veían desgastados por la humedad del ambiente, lo único hermoso eran las hojas que caían de los arboles que se encontraban al otro lado. Desde donde estaba sentada se lograba divisar a lo lejos una construcción de un anfiteatro que estaría dentro del parque, lo recordaba por la publicidad que había leído en la entrada cada vez que iba a correr: Próximamente un teatro al aire libre… ¿Qué más puedes pedir? Eventos de tu interés rodeado de la majestuosa naturaleza ¡No te lo pierdas!. Cayó en cuenta de que eran dos lugares distintos, incluso que había sido ilógico lo que había visto la primera vez que brincó la barda.

Y entonces recordó, que no había reparado en los detalles del lugar donde había encontrado los anteojos de su papá. Atinaba a rememorar entre esfuerzos un sendero con curvas suaves que se extendía lejos. Había montones de arboles mas, con el mismo grosor y altura de los que se encontraban del otro lado, y si, era un bosque.


Contó los detalles a Jo.

- Wow Reggi, me parece intrigante todo esto, ¿Qué es tan importante como para que alguien a través de portales te haya dejado algo de tu padre? En fin ya lo descubriremos. Primera lección, ¿preparada? – Dijo Jo en un tono que le descubría la emoción.

- Sí Jo, lista y ansiosa – Reggi estaba entusiasmada, aunque no dejaba de pensar si el que había dejado eso ahí en realidad era su padre, y si era así ¿Qué querría decir con todo esto?

- Querida siéntate, veas lo que veas entiende una cosa: no es real, no te escuchan, no te sienten, no te ven. Prácticamente no estás ahí, pero no te pares, de lo contrario se desvanecerá y terminaremos igual o peor que en un inicio, sin entender nada ¿vale? –

- Entendido Jo –

Ambas se sentaron en posición flor de loto frente a frente con una distancia de 30 centimetros aproximadamente. Jo sacó un porta incienso y encendió uno con un encendedor metálico con un símbolo grabado muy pequeño al que Reggi no le prestó mucha importancia.

- A partir de aquí no abras los ojos ¿estamos? – dijo Jo viendo a los ojos a Reggi, quien no podía ocultar su excitación ante el misterio que su guía mantenía con todo lo que estaba haciendo.

- Estamos – apresurada contestó Regina.
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Capítulo 14. El reencuentro. (miércoles 22Julio2015)

Ignoramos que el espacio es infinito, incluso matamos la magia de cada día hasta que descubres algo incomprensible, algo único.


Regina cerró los ojos sin titubear, se permitía dejar llevar por Jo. Escuchó que se paraba y la rodeaba. Hacia otros ruidos que no lograba identificar, lo que la ponía aún más ansiosa por empezar. Pasaron unos 10 minutos cuando Jo rompió el silencio.

- Muy bien Reggi, empecemos. Vas a dejarte guiar por mi voz, sólo me escucharás, debido a que tu magia es por naturaleza tengo fe en que todo se dará fácil. No hagas nada que yo no te diga. Primeramente inhala y exhala tantas veces lo necesites antes de empezar. Hasta que sientas paz en tu corazón – Le dijo con la voz más serena posible.

Regina inhalo y exhalo cinco veces, tan profundo y prolongado que parecía que cargaba 16 años de pesares.

- Estoy lista – dijo serena Reggi.

- Vas a dejar fluir tu mente, van a pasar muchas ideas por la cabeza, incluso algunas que no van a tener lógica para ti como ¿de quien será el perro que se oye ladrando a lo lejos?, pero tú vas a dejar fluir todo. Todo el ruido de esas ideas las vas a ir sacando, no importa el tiempo mi niña, deja pasar todo hasta que tu mente se torne en blanco – hizo una pausa para seguir con las instrucciones – Cuando saques todas la ideas, tu lo sabrás y empezarás a colocar una pantalla frente a ti, en la que te verás a ti misma el día de ayer, justo pasando los gelatos. Cuando logres visualizar los detalles, voltearas a tu lado izquierdo, me verás sentada y tomarás mi mano. Después atravesaremos la pantalla. Puedes empezar – concluyó enigmáticamente Jo.

Reggi empezó a sacar las ideas. Inicio con preguntas sobre ¿porqué su padre había hecho eso?, si es que él lo había hecho. También ¿cómo era posible que lo hubiera hecho? ¿cuánto tiempo su abuela había estado visitando a su padre?, ¿como habría reaccionado su padre al saber que tenía que alejarse de ella?. Pensó en lo agradecida que estaba de que él hubiera demostrado su amor de esa forma. Pensó en su hermana y la imaginó preparando la comida, incluso que se encontraría preocupada si no llegase a comer pues había apagado el celular. Y así se fueron desvaneciendo las ideas una por una, sin obtener  respuestas a las preguntas. Hasta que por fin sintió una paz que nunca antes había conocido, sintió la comodidad de un sueño y empezó a ver un lienzo en blanco. Vio acuarelas a su derecha, pinceles y comenzó dibujándose a sí misma en el lienzo. Poco a poco pinto el parque hasta convertirse en la escena de ella corriendo justo en el espacio pasando la gelatería. Empezó a moverse la pintura. Se veía a sí misma con gotas de sudor recorriéndole la frente y el rostro, estaba tan intrigada que por un momento se quedó hipnotizada viendo la pintura, volteó a su lado izquierdo y ahí estaba Jo, sonriéndole.

- Hola Reggi ¿preparada? – Jo se oía aún más dulce en ese lugar, donde quiera que fuese.

Aunque era curioso, los labios de Jo no se movían.

- Si, pero no veo que se muevan tus labios, ¿cómo es posible? ¿Dónde estamos? – replicó Regina.

- Tranquila querida no te alteres, sigamos y después te explicaré todo esto – le respondió Jo – Ahora entremos – terminó.

Reggi se sentía rara, estaba parada pero no sentía que moviera absolutamente nada de su cuerpo, incluso cuando le preguntaba a Jo, no sentía que sus labios mismos se movieran al igual que los de ella. Simplemente estaba maravillada con todo aquello.

Atravesaron la pintura.

Reggi seguía viéndose a sí misma, ahora ya adentro, podía sentir el clima de ese momento nuevamente, podía ver absolutamente todo, incluso más de lo que recordaba. Jo la guiaba de la mano. Siguieron a la Regina de ese momento hasta que la dejaron atrás, había notado que ella no se percató de que estaban ahí.

Cuando llegaron frente a la pintura de Regina en el mural, Jo la llevó hasta traspasar la pared. Reggi vió cada ladrillo, cada hueco cada piedra mientras lo cruzaban. Al otro lado vio el bosque. Era hermoso, arboles altos y frondosos justo como lo recordaba, una luz más brillante, se oían pájaros y a lo lejos una persona acercándose, corriendo, acercándose poco a poco. Regina sentía como su corazón se aceleraba, más y más, hasta a escasos par de metros lo confirmó. 

Era su padre.
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Capitulo 15. Emociones Reprimidas. (vienes 24Julio2015)

Guardamos emociones para nosotros mismos a veces tan fuertes, que cuando algo hurga con la intención de sacarlos, nos convertimos en dementes. 


Regina quería correr a abrazarlo. Sin pensarlo se adelantó pero sintió como una fuerza magnética no le permitía soltar la mano de Jo. Se había olvidado por un momento de que no estaba sola.

- Regina, el no puede verte, escucharte, ni sentirte. Eres un fantasma en este momento. Déjalo ir ¡ahora! – le dijo Jo de una forma por demás dura.

Lo único que sintió Regina en ese momento por Jo fue resentimiento ¿cómo podría decirle eso al ver de frente a su padre después de haberlo perdido sin aviso alguno? ¿qué no ella había pasado por algo similar?¿que acaso no podía entender lo que estaba sintiendo?.

Vio como su padre se decía a sí mismo en voz alta vamos Regina, hoy si me puedes escuchar, sigue tu instinto, vamos, vamos. Regina sentía como sus lágrimas rodaban, tan seguidas que le empezaron a humedecer el cuello.

Pero algo robó su atención.

- No tengas miedo, nada puede dañarnos en este momento – le dijo Jo con una angustia en la mirada.

Regina divisó como un grupo de tres personas se acercaban corriendo, era una mujer y dos hombres, algo indicaba que no venían con buenas intenciones. Quiso ayudar a su padre, pero nuevamente el imán invisible entre ella y Jo no se lo permitió.

Su padre nervioso volteó a verlos, y por la espalda dejo caer los lentes en el suelo, de tal forma de que quienes lo perseguían, no se percataran de lo sucedido y corrió hasta un árbol que se encontraba como a 10 metros a su derecha. El brincó de frente al árbol y se desvaneció, sin más.

Los tres personajes se quedaron al pie del árbol y trazaron una rueda en el piso, los tres se colocaron dentro de un círculo y se desaparecieron como la estática en una televisión sin señal. Cuando volteó, ella se encontraba a sí misma asomando la cabeza por encima de la barda, sabía lo que seguiría y entendió que era suficiente, Jo lo confirmó.

- Reggi, regresemos por dónde llegamos. Es suficiente – le comunicó Jo.
Caminaron hasta la pintura por donde habían entrado. Era raro, desde el otro lado parecía una ventana a un cuarto azul celeste. Entraron y Jo le especificó las instrucciones para regresar a la realidad.

- Ok Reggi. Vas a cerrar los ojos nuevamente y respirar como en un inicio pero recordando y escuchando lo que nos rodeaba en el presente, poco a poco – Jo lo dijo tan suave como pudo.

- Ok – Contestó Regina.

Así Reggi, empezó lenta y profundamente con las respiraciones. Esta vez sólo necesitó tres. Casi de inmediato comenzó a escuchar la urbanización de la cual no se había percatado estando en el bosque.

Sintió como si hubiera estado dormida, despertó y Jo ya se encontraba levantada estirando el cuerpo.

El atardecer había empezado durante su primera lección.

- Explícamelo todo Jo, quiero saber todo lo que sepas ¡Ya! – le exigió Regina, cayendo en lo grosero.

- Fue una proyección del tiempo y viendo el reloj tardamos unas 6 horas en trance – le respondió secamente Jo - ¿Qué te pasa?¿porque de pronto cambiaste la actitud? – le hizo saber a Regina en tono indignado

- ¿Cómo pudiste portarte fría en donde sea que estuviéramos? ¡Por Dios Jo, era mi padre al que estaba viendo!- Arremetió Regina con la voz quebrada y los ojos enrojecidos al punto del llanto y la ira al borde.

- Lo sé, lo lamento, pero si no te hubiera agarrado la mano, hubieses roto la conexión y nunca hubiéramos sabido que pasó. Se que es doloroso todo lo de tu padre, y algo te puedo decir con seguridad: nunca vas a superarlo. Con el tiempo aceptaras su partida, pero siempre te hará falta su presencia y es tiempo de que vayas aceptándolo. Tus emociones reprimidas que explotan cada vez que te acercas a algo relacionado con el, va a turbar la búsqueda de las respuestas que quieres encontrar, y lo único que puedo hacer es eso: agarrarte fuerte antes de quebrar. Perdóname si te hice sentir mal, pero en cualquier momento puedes decidir que no quieres mi ayuda – acertó diciendo Jo.

Regina se sentía enojada consigo misma, con Jo, con la vida. Odiaba la verdad en las palabras de Jo: emociones reprimidas. Pensaba en todas esas veces que su madre y su hermana se morían en llanto por la perdida de su padre, mientras ella intentaba ser la cuerda y mantener la calma.Era cierto. Había reservado todas las emociones para después y ahora simplemente se quebraba ante cualquier posibilidad de siquiera armar un recuerdo más de él en su presente.

- Se que tienes razón Jo, pero no vuelvas a hacerlo de esa forma por favor. A veces es necesario permitirles a las personas equivocarse – dijo Regina.

- Lo se querida, no estoy enojada ni mucho menos, te entiendo perfectamente; sólo que estaba preocupaba. Esta proyección no me la puedo permitir más de una vez; por cuestiones de seguridad mía y viendo lo sucedido, agrego la tuya. Soy responsable de ti ahora, por tener mas experiencia y se supone que madurez – esto ultimo lo dijo Jo con una mueca infantil sacando la lengua y guiñando un ojo, pero después tomo un tono serio -  Reggi alguien está atrás de ti, es necesario que te enseñe algunas cosas, pero quiero que te tomes un tiempo para pensar, reflexionar lo que ha sucedido y me digas si quieres seguir adelante o no. Será difícil mi niña, no que se que tanto, pero incluso para mí lo será – termina Jo viendo el cielo.

- Si Jo, necesito asimilar todo esto. Nunca me imagine que algo así pudiera pasarme a mí, incluso de que hubiese una posibilidad de que existieran tantas cosas. Sólo quiero llegar a casa, comer y dormir – dijo Regina con el tono de confusión más sereno que pudo encontrar en ese momento.

Reggi se levantó, al acomodarse la ropa vio un hilo morado colgando de su dedo meñique y unos sinmbolos alrededor de ella hechos con gis. Se giro sobre si misma y completo un símbolo: la estrella de cinco picos dentro de un círculo.
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(Debido a la cantidad de texto que hay hasta aquí, lo separe en una segunda parte. Puedes verla en la pestaña "El Mural. Parte II". ¡Gracias!)

6 comentarios:

Miss Haner dijo...

Va bien OP! sigue, sigue!

Miss Haner dijo...

Mientras lo voy leyendo pienso que el cuento tiene tanto de ti, tantas ideas y gustos tuyos que no puedo evitar imaginarte a ti. Esta interesante OP, continua.

Carlos dijo...

me la pusiste difícil, sigo sin saber que pintar

Yazmin JM dijo...

Realmente me esta intrigando, felicidades eres muy buena ya quiero el próximo capitulo

Miss Haner dijo...

Oh vamos continualo! Los ultimos tres capítulos los leí de volada, no em dejes con el misterio!

Yazmin JM dijo...

Oye que no ya fueron 3 días 😠