viernes, 5 de mayo de 2017

Victimas de la vida...

Si, hablo de ti, de mi, de todos. En algún momento todos nos hemos dejado vencer por ese tan fácil y romántico estado emocional-mental: quejarnos, llorar de las circunstancias que vivimos en ese momento sin ayudarnos, ni dejarnos ayudar.

Te envuelve seductoramente justo cuando empiezas a desesperarte, cuando empiezas a ver que no será tan fácil o que es más complejo de lo que pensabas, la victimización no conoce de genero, religión, ni clase social. Corcome parejo a quien la abraza.

Aunque no sea una persona que exprese continuamente quejas sobre lo que tengo en situaciones de mi vida, o al menos eso creo, me considero vulnerable a mi perfecta humanidad. Lloro, extraño, me culpo, culpo, me enfurezco, me carcajeo, esa soy yo: Una humana tan igual a todos, pero tan ùnica.

Recièn tratè de aportar una soluciòn a una amiga, que se encontraba en desesperaciòn al borde del llanto, mi propuesta la rechazò en el momento, me hiriò y como Romina que soy, en lugar de decirlo me emputè y la ignorè, pero..... recordè lo que recientemente me pasò, en el que tambièn llorè de desesperaciòn con la diferencia de que nadie me ofreciò ayuda y entonces decidì dejarlo en sus manos, yo habìa cumplido con mi parte y no podìa juzgarla por no tomar mi propuesta, al final era su decisiòn permanecer en la misma situaciòn o no y en breve le segui hablando.

Ironicamente ayer en el coto, con quien iba decidiò dejarme en el bar por una breve discusiòn con su pareja, sin avisarme. Diablos, me hubiera encabronado, pero no. Creo que es suficiente a veces la carga que lleva cada persona, que enojarme por esas cosas ya es un tanto vano, incluso exagerado. Creo que prefiero invertir mi tiempo y preocupaciòn en otras cosas, creo que la vida es eso: dejar de lado todo aquello que no me ayude a crecer.

Obvio claro està, que tomarè mis medidas, que se, que cuando salga con esa persona serà opcional regresarme con ella y no debo considerarlo como una seguridad, y de mi otra amiga, bueno, me sorprendiò, pasados dos dìas reconsiderò la oferta y ha aprendido a no llorar mas de lo que su vida vale (aplausos).

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