Como siempre las películas limitan la imaginación y colapsan el sentido de un libro que es detallado; no hay nada como un libro, sea la literatura que sea, un libro es un libro.
No voy a mentir diciendo que no me enamore como loca de Christian Grey, no lo voy a negar, soy una cursi y romántica, y si, me identifique un poco con la chica, que va analizando todo, pensando tanto y diciendo las cosas como sin querer salen, pero el punto no es ese, el punto es que no es una gran historia ni unos grandes personajes, de hecho el personaje de Ana se me hace tan común, y el personaje de Christian tambien (exceptuando lo de millonetas, pero porque no conozco a ningun millonetas).
Ella es torcida en la pelicula, cuando la conoces en letras (al menos en este primer tomo) te puedes dar cuenta de que resopla cuando algo no le parece y que no tiene un caracter sumiso, de hecho hasta en su sexualidad no la considero sumisa, mas bien abierta a probar por el grado de excitación que emana de la relación con él, y Christian si es un controlador, de eso no hay una pizca de duda, de hecho es hasta cierto grado sobreprotector y con una necesidad loca e inmediata de terapia profunda caray.
Me parecen muy distantes la pelicula y el primer libro, es la primera vez que veo que aunque los hechos no son tan distantes del libro, la historia cambia radicalmente por el simple hecho de que los personajes se muestran totalmente diferentes.
En fin, ya empece con el segundo tomo y como me dijo alguna vez un amigo, es un libro pensado en mujeres, definitivamente.
Erotismo del que nos gusta chicas, y un poco meloso a mi gusto.
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Fondo.
Es como un big bang,
Como el silencio cortado por la nostalgia del viento;
Como si las aves miraran más allá del alba, con la promesa
de un olvido;
Como si mi cielo cayera en tierra infecunda, seca;
Como si mis dedos no conocieran las letras.
Y caigo en cuenta de que hay daño.
Maldita tristeza que ahoga en respingo un alma <la
mía> ávida de todo.
¿A dónde vas cabrón?… ¡de mil maneras cabrón!
¿A dónde vas?
A cuestas voy quemando las ampollas de tu amor caótico,
Jodidas ampollas que revientan con trozos de esperanza
muerta
A cuestas lo intento quiero acabar de entender,
Y en un intento por romper mi cuerpo, < lo único tangible
que tengo>, me abrazó la cordura y lloré.
Lagrimas con zumo, que acarreaban a desgarrarme en llanto.
Tumbada ante un infinito tal como el que creía ver en tu
mirada,
Tirada, carente de luz, derrotada y en un fondo oscuro,
Sin pelear por levantarme, morí ahí mismo, sin nada alrededor…
en un vacío.
¿Has muerto en un fondo?
¿Has muerto para renacer?
¿Al menos has intentado dejarte caer?
Cabrón mil veces tu, el que amo con un odio romántico,
Al que amo con la necesidad del silencio,
Al que amo con la fuerza para dejarme vencer,
Cabrón mil veces tu, que jamás has peleado de verdad <por mi>.
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