viernes, 19 de junio de 2015

Destino.

Tengo escasos 26 años, de verdad los considero escasos porque siento como si hubiesen sido un abrir y cerrar de ojos, después de los 20 años todo tan más rápido.

Nunca he creído en las coincidencias.

Siempre en los momento en que me muevo drásticamente de ideas, de formas de andar, de sentirme, las cosas empiezan a tomar un rumbo adorable e inquietantemente automático, es como si me esforzara adentro de mi y se proyectara afuera de una formas por de mas, fluida. 

Empiezan a existir éstas famosas "coincidencias" que no son más que un llamado natural de que vas por buen camino a tal grado que todo se te va dando como sino te estuvieras esforzando y lo cierto es que para llegar a ese punto, trabajaste tanto, incluso a veces por años sólo que creías que "todo lo malo te pasaba a ti" y luchaste por salir a flote de cada una de esas situaciones, déjame decirte que desde ahí empezaste a luchar y hoy que todo encaja como el tetris, es gracias a esa variedad de  lapsos.

A veces nos castigamos.

Si, nos castigamos tanto pensando que nos faltan muchas cosas mientras otros lo tienen todo, no mi estimado/a lector/a (y más con esa basura de las redes sociales, todos gritando lo bueno que tienen y lo que no hasta lo fingen), tu también lo tienes todo, el chiste de esto es decidirse a obtenerlo y trabajar por ello.

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El destino no es más que aquello que una combinación de decisiones, trabajo y caminos semitrazados... ¿semi? si, no puedo creer que no tengamos la decisión de ser alguien o hacer algo, no puedo creer que las personas que matan "tengan" que ser asesinas, no puedo creer que yo este "decidiendo" cuando en realidad ya es algo meticulosamente trazado, simplemente no lo puedo creer; pero lo que si creo es que hay caminos para cada uno de nosotros, hay atajos, empedrados, aceras, rocas por escalar, cerros que descender en los que nos toca viajar solos o acompañados, caminos que ya están ahí pero que nosotros decidimos cual tomar, eso es mi destino, el camino que yo elijo pero que alguien (Dios) le ha dado la forma.

¿De que serviría el poder de la decisión si todo ya fuera dictaminado? ¿de que serviría tanta vida y tanta experiencia si no pudiesemos basarnos de ello para madurar y hacer lo que queremos y creemos que es mejor para nosotros? ¿de que serviría pararse todos los días por inercia?

Simplemente el destino es solo una parte de lo que puede ser tu vida, el resto depende de lo que tu quieres decidir.

#despierta

1 comentario:

Miss Haner dijo...

Yo también creo que es una combinación de destino y libre albedrío.