martes, 10 de noviembre de 2015

R de Guerra (III)... Fin

-¿Rodrigo? ¿Que te pasa? ¿Donde estas? ¡Dime! - me dijo Laura preocupada. Nunca la había escuchado así.
- Estoy abajo de tu apartamento. Estoy bien, perdón por molestarte. Será mejor que regrese otro día. Gracias - le dije sintiéndome sumamente estúpido ¿Que carajos estaba haciendo llamándola a esa hora?.
- Ni te atrevas a irte. Sube, aquí te espero - me dijo en un tomo imperativo, me fue gracioso. La imagine diciéndolo y me salio una sonrisa inaudible.
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- Cariño pasa, pasa. ¿Estás bien? dime - Me dijo cariño, nunca sabré porque esta mujer prefiere ocasiones de sexo y no algo mas estable con un chico común.
- Si, no te preocupes- le dije

Me abrazó fuerte y en seguida la estaba desnudando.

Lo hicimos de una forma en la que nunca lo habíamos intentado: lento, suave. No me forcé, ni ella se esforzó; sólo nos nació a ambos ir despacio. Beso a beso, caricia por caricia y la penetración mas cautelosa pero una de las mejores. Tanto que, sin mucho esfuerzo nos corrimos los dos casi al unisono y terminando temblorosos. Como si fuéramos adolescentes nuevamente, como nuestra primera vez.

- Se que mantenemos nuestra distancia. Se que puedes huir después de preguntas intimas. Se que así estás bien o mejor dicho, pensé que así estabas bien. ¿Qué ha pasado? ¿Porque recurriste a mi para hacerlo como si hubiera un vinculo sentimental? - Me quedé perplejo. Era cierto. Le había hecho el amor. Algo andaba mal o bueno, no lo sabía.
- No lo se Lau. Te contaré. Hay una mujer que conocí hace un par de años...- Y así empecé a contarle todo lo que había sucedido con Rafaela. Hasta el día de hoy.

Después de que Rafaela me dijera que no buscaba nada mas conmigo, en lo que yo había llegado a la conclusión de haber sido cazado y desechado: Me desnudó el alma.

Ella había sido una chica usada. Lo se, clasica chica que pudiese querer venganza. Pero no. Es esquizofrenica. 

Poco antes de conocerme había sido dada de alta en el sanatorio en el que estuvo internada por algunos años. El chico que la desechó resultó ser parte de una iniciación de secta estupida, la secuestró y la sometió a un tipo de iniciación. Violada por varios hombres y bebió un brebaje que la dejo desequilibrada... levemente, pero de por vida.
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- Aquella noche la pase genial Rodrigo. Hace tiempo no me había divertido así. Era una chica desconocida que sólo buscaba diversión y ser el alma de la fiesta - Me dijo en tono nostalgico. - Pero me di cuenta que jamas volvería a ser normal. Muchas de mis risas son porque alucino Rodrigo y tuve una alucinación ese día dentro de tu baño. Por eso soy directa, tajante, incluso agresiva: muchas veces pierdo la noción de las cosas. Aunque no es exagerado como pasa con otras personas - 
- Rafaela, no se que decirte - y era cierto ¿que podías decirle a una mujer que no todo el tiempo era ella, y peor aún, ella estaba consciente de eso?
- Nada. Sólo quiero platicarlo, estás tan solo como yo y creo que me entiendes. Se que me entiendes. Estar conscientes de que estamos decidiendo estar solos, satisfaciendo los instintos básicos para entretenernos - Me dijo mientras encendía otro cigarro.
- Tu tienes una justificación, una razón más que válida. Yo sólo ando por ahí sin saber que pasa. Nunca he sentido algo que me motive a quedarme - Estaba siendo lo más honesto, algo que nunca había considerado en mis mas locas fantasías no sexuales.
- Cierto, al final estas mas dañado tu - sonrío ligeramente.
- Al parecer sí. ¿Que hago Rafaela? ¿Que necesito? - quería saber si ella tenía la respuesta. Los esquizofrenicos tienen la verdad en su mente, los cuerdos solo vemos lo que queremos ver y ya.
- Llora y sabras que hacer - me dijo mientras apagaba el cigarrillo y caminaba a la puerta de mi oficina. Sin decir adios, me dejó sólo.

Después en mi soledad lloré, grité, me tiré al suelo, golpee la pared, me azote contra el suelo. Estaba estupidamente iracundo y resentido conmigo, por no saber que pasaba.
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- Así sólo pensé en venir contigo - le decía mientras me miraba fijamente, me gustaba verla atenta a mi con sus ojos medianos pero expresivos. Era de esas mujeres que su mirada transpiraba paz.
- Gracias por considerarme cariño. Siempre que lo necesites mi puerta está abierta- me lo dijo acariciando mi rostro. 
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- ¡Rodrigo! ¡Rodrigo! ¡Rodrigo! - escuchaba una voz a lo lejos.
- Ya, ya, ya estoy despierto Laura - grité.
- Laura Renata para ti querido. Apúrate que nos deja el autobus - me gritó ella. Mi mejor amiga había venido por mí para ir a la excursión del profesor de Química. Renata con R de Guerra, aunque ella prefería ser Laura, porque era tierno.

Si supiera que hasta la sueño, si supiera que estoy enamorado de ella. 

** Todo fue un sueño de Rodrigo, él era un adolescente enamorado de su siempre amiga Laura **

1 comentario:

Miss Haner dijo...

Esta parte la sentí dispersa y algo apresurada por concluir, la parte 1 y 2 me gustaron más.