martes, 30 de enero de 2018

Talones de aquiles...

Esta entrada va dedicada a mi amigo Carive, digamos que es un seudónimo que nos cargamos los dos, y digamos que el no tiene puta idea de este blog, pero aún así se la dedico.

Él, al igual que otras personas que me topé en el año, ha llegado a ser un gran amigo, pero de verdad graaaan amigo con poco tiempo de conocernos; ¿lo mejor? que no nos gustamos, por lo que es amistad pura y real (aplausos mentales).

Desde el principio hubo confianza, nos contamos nuestras marranadas, nuestras bajezas, y en este momento nos contamos nuestras heridas sentimentales: yo le doy la perspectiva femenina y el me aporta la perspectiva masculina.

El ha sido un picaflor cínico y feliz, como pocos: con el real sentido de amor al arte.

¿A que me refiero con real sentido de amor al arte? que en realidad es un picaflor (o era, ya les contare) no por un vacío, no porque estuviera buscando algo, el de verdad disfrutaba ser un picaflor, caballeroso, atento, ha sido feliz con su música y con novias un tanto locas, que le han roto el corazón. Simplemente ha trascendido todos esos pedos y es por eso que de alguna forma me encanta platicar con él.

"Carive, todas las mujeres están locas de alguna forma, pero ah como nos encantan, todas son únicas"

Ahora encontró a una chica que no tiene casi nada de lo que le gusta de una mujer, e irónicamente está enculadísimo, enamoradísimo, hasta se ve con hijos, presentándola en casa y esas cosas que nos hacen sentir bien a la mujeres cuando ya buscamos algo serio.

Leerlo enamorado, viviendo sentimientos sin control, me hace pensar que todos tenemos un talón de aquiles, y somo talón de aquiles de alguien; pero eso no necesariamente implica en que cambiemos o que la otra persona cambie actitudes comunes, a veces son mas grandes los miedos, los hábitos, la personalidad, las ideas que la libertad de poder mostrarnos desnudos, vulnerables ante tanto sentimiento descontrolado.

La razón común: miedo a ser heridos.

Debido a ciertas situaciones que se han presentado con esta chica, necesita apartarse un tiempo de ella, porque necesita empezar la relación bien... ¿entiendo su punto? sinceramente no, pero así es él, por eso digo que a veces cometemos estupideces que pueden lastimar a la otra parte, y que al final no hacemos con mala intención, simple y sencillamente estamos o la otra parte está estúpida.

Definitivamente es inevitable no herir o ser herido, así que ya no sean cobardes.

viernes, 26 de enero de 2018

A sanar... otra vez

He intentado escribir un inicio de mil formas, más de las comunes diría yo; pero aquí estoy sin saber una vez más como empezar a decir lo que quiero decir.

Sé que te quieres alejar ya; lo supe antier con un estado tuyo que de alguna forma no relaciono conmigo, lo supe antier con un "lo dijimos desde un principio", lo supe antier con un "me quieres condicionar desde ahora", lo supe antier con un "necesito estar solo", lo supe antier con todo lo dicho antes de antier... y he aprendido a no forzar nada, el que desea estar simplemente actúa para que así sea, es difícil una vez más y ya te extraño.

Pero bueno, es tiempo de sanar otra vez.

Estoy en cierto modo acostumbrada consciente de esto, al dolor temporal en esa parte del pecho que nos remueve la existencia por algunos días y que con el pasar del tiempo (alunas veces poco, otras tantas un buen tanto) se renueva, se llena de pasión por vivir y se expande para querer estar ocupado nuevamente, o no, cual sea el caso. Y así sólo te dedico algo libre de mi corazón y corto por ego de mi mente:

Los te quiero mudos,
silenciados en tu boca,
apaciguados en mi pecho,
sin brote alguno con dolor.

Los te extraño en zozobra,
tragados por el viento,
perdidos en la memoria de lo que fue,
sin daños en el tiempo de los dos.

Y así termina,
con letras a destiempo,
con besos por compromiso,
con sexo de agradecimiento.

A sanar otra vez,
un corazón roto a razón de 47 días,
a razón de satisfacciones inmediatas,
a razón de que sólo no fuiste tu, 
a razón de que sólo no fui yo.

#suspirosenelcaminoquedanfin

lunes, 15 de enero de 2018

Y tu no me quieres para marido...

Cuando me dijo eso por mi mente pasaron tres preguntas:

1. ¿Entonces no quieres que YO quiera algo serio contigo?
2. ¿O simplemente eso es lo que crees o porqué lo aseguras?
3. ¿En qué momento decido yo cuando quiero a alguien en serio para estar en mi vida?

Opté por no expresarlas, y después me vinieron los momentos de la primera vez que nos vimos en plan de ligue, lo que nos dijimos, lo que hicimos, el como nos percibimos: lo que las personas somos y decimos en esos momentos a veces cambian un poco.

¿Qué cambió?, incluso de unos días para acá, ¿que cambió?. Ni puta idea.

Soy de la idea de aventurarme siempre a vivir algo, quedarme con cero "hubiera" en mi lista de cosas por hacer, intentar y quedarme satisfecha con lo que sea que se pueda vivir o no.

El corazón se repone, siempre.

Y el mío es lo suficientemente fuerte para dejar ir cuando se le pida, o cuando sea necesario para empezar a sanar una vez más, frío, ilusionado o enamorado; a chingadazos se ha domesticado y es maravilloso: no tengo una expectativa de lo que algo "debe ser", sólo de lo que me hace sentir cómoda y feliz mientras lo vivo.

Tengo una lista.

Todos tenemos una lista (o al menos eso creo) de lo que queremos o creemos que necesitamos en un compañero de juerga, de sentimientos, de vida, de amistad...y muchos etc.; pero algo que he aprendido es que a veces la vida te manda lo que de verdad necesitas en el momento: para aprender, para vivir. Esto no evita ignorar la lista (el/la de la lista llegará cuando tenga que llegar si es que tiene que llegar, estés donde estés y como estés), simplemente es darte la oportunidad de conocer algo que puede cambiar tus ideas, tus expectativas, tus necesidades, tu crecimiento personal. 

Siempre hay un fin.

Todo termina, siempre, en algún momento, pero nunca sabremos cuando, ni siquiera tenemos una puta noción de una fecha o lapso, algunas situaciones-relaciones duran instantes, días, semanas, años o dura hasta el final de sus días (incluso eso también termina), y como bien lo dice uno de mis amigos más pirujos y sabios: lo importante y lo satisfactorio es el proceso, lo que se vive ahora.

Mis padres por ejemplo, juntos al día de hoy; jamás pensaron en un inicio que estarían juntos tantos años, y aunque ahora no se ven lejos el uno del otro, disfrutan día a día del proceso: se aman, planean, se enojan, se reconcilian, se agradecen; viven lo que tienen hoy pero están conscientes que entre más edad tienen, que llegará un final, un fin accidentado tal vez, pero un final.

Pensar continuamente en que algo va a terminar (como protección y miedo), repetirlo continuamente como un muro que se levanta a nuestro alrededor, nos evita ver el momento, a la persona que tenemos en frente, lo que nos aporta, lo que damos, lo bonito y lo no bonito: estamos cerrados, no crecemos, no evolucionamos, NO NOS SORPRENDEMOS, NO LO DISFRUTAMOS.

No sé que cambió, y no sé cuanto durará, pero hasta hoy me ha enseñado mucho:
- Un lado en mi que no conocía (los dejo con esa interrogante).
- Experimentar el poder pleno de mis decisiones en algo "sin nombre" (mi amado cinismo).
- Retomar aspectos de seguridad.
- Querer ver un poco más allá de lo que busco.
- Conocer y entender otra forma de ver la vida.
- Sorprenderme con lo diferente que fue a lo que percibí aquella primera vez.

La vida es maravillosa, por ponerme personas que me enseñan a cada instante, incluso usted joven.

Que si lo quiero o no para algo serio? pues no lo sé, a ratos si a ratos no, según mi lista diría que no, según mi guía de vida sería: sólo vívelo, el tiempo y la vida te guiará para que en algún momento puedas responderlo o a lo mejor nunca logres responderlo.

sábado, 6 de enero de 2018

El acuerdo...

Mi corazón palpita nombres,
silencios y susurros dichos,
Mi corazón habla del tiempo,
de los sabores, de los recuerdos.

Mi mente trabaja los sentimientos,
las experiencias y los ciclos.
Mi mente describe sobre el tiempo,
sobre las personas, sobre los momentos vividos.

Y estás tú.

Estás en medio, con mirada tierna,
con besos suaves, ricos y revoltosos.
Estás con tu risa contagiosa, con tus labios perfectos,
con cicatrices de vida, con tus silencios.

Y estoy yo, contigo.

Y es el tiempo juntos, y el tiempo lejos,
son las risas juntos, y las risas lejos,
son las personas distintas, y los recuerdos distintos,
Son las cosas que terminan, son los delirios lentos.

Y están tus abrazos.

Abrazos de paz a medias, a medias lunas,
ajenos al frío, ajenos a indiferencia,
como si no me fundiera contigo,
como si fuera yo y tu,
como si no fuera un nosotros.

Y está el acuerdo.

Resonando distancia, protegiendo tus miedos,
protegiendo tu vida, embaucando la mía,
deslindando tus caricias, anclando las mías,
evitando el enamoramiento, evitando el corazón con melancolía.

Y está lo que quiero.

¿Qué tan claro puede estar lo que quiero?
Lo suficiente para no quererte lastimar en enero,
lo suficiente para quererte enamorar con más de diez Te quiero.

Sabor a melao (novela corta)

Terriblemente había permanecido sentada, casi toda la noche sin bailar; en ese momento me recriminé por decidir ir sola a un lugar de baile para "aventurarme", puesto que todo estaba resultando aburrido.

Sólo oía canción, tras canción, sin ninguna invitación de un extraño.

Tras seis mojitos, mi dignidad harta y con mis pies fúricos por no usarlos, escuché esa canción que me encanta: 


"Sabor pa' toa las mujeres
Que con mi salsa se mueven
Sabor pa' toa las mujeres
Que con mi salsa se mueven"


Y me dije, si dice todas las mujeres, es que definitivamente tengo que bailarla. Me paré (ebria) con mi vestido negro, mis zapatos de baile color nude, mi cabello al hombro, y comencé a bailar sola, a un lado de mi mesa.

Aún no supe que me estaba moviendo, pero lo estaba disfrutando, bailar sola sin importarme nada, tal vez eran los mojitos que me habían contagiado de fiesta en el alma, pero me sentía feliz, bailar me hace feliz.

El me estaba mirando.

Lo cierto es que no me había percatado hasta que posé mi mirada alrededor mío, y para suerte mía pocos me miraban, pero él, él esbozaba una sonrisa de complicidad mientras me miraba, y ¿mi instinto?, bueno yo sólo atiné a sonreir también.

Después de dos canciones más, me senté, sorbí más mojito, revisé las notificaciones en mi celular, aún a sabiendas que no tendría algún mensaje interesante que me hiciera sentir calidez en el corazón.

Cuando alcé la mirada, el desde su mesa, estaba levantando su copa de whisky a forma de brindis y diciendo con labios mudos "por mujeres como tú".

Me sonrojé.

Jamás me había sucedido algo así ¿había sido mi liberación frenética?, no, había sido mi seguridad, mi satisfacción por sólo "ser" sin importarme nada. Le contesté con mi mojito alzado y un gracias. El siguió charlando con las personas de su mesa, y yo lo observé, definitivamente no era guapo, ni el tipo de chico que me interesa comunmente, de hecho me sonrojé al pensar que era el tipo de chico que jamás se fijaría en mi: seguro, divertido, cazador, de esos chicos que disfrutan cortejar y vivir.

En seguida, el mesero estaba trayendo un mojito a cuenta de Él, y una servilleta con su número de celular, en seguida escribí algo tome el mojito, pagué la cuenta y ya fuera del lugar le observé como leía la servilleta:

"Gracias por el bonito recuerdo"

Él sonrió, sin más tomé un taxi y me fui.

Y de repente: 2018...

En que momento se me fue el año tan rápido? estoy en el año del tercer piso ya, en el año en que muchas cosas más en mi vida van a cambiar poco a poco, o tal vez de forma drástica; ¿qué cómo lo sé? porqué lo dicen las estrellas, y me entró como una onda de nervios en el primer segundo de este año.

Ya sé que suena loco, así como yo.

Mi 2017 vino con grandes cambios, expectativas no cumplidas en su mayoría, fue como si todo lo bueno no hubiera sido suficiente para mi y admito que eso me molesta, ya que regularmente me siento positiva:

- Víví en dos lugares nuevos
- Conocí/viajé a 7 ciudades/pueblos nuevos para mí.
- Me independicé
- Radicó en otra ciudad
- Cambié de trabajo por un salario más alto
- Soy jefa de área con personal a cargo por primera vez
- Conocí nuevas personas
- Estoy en una oficina bonia
- Tengo un muy bonito ambiente laboral en mi área
- Mi familia tiene salud, al igual que yo
- Mi situación económica no se ha deteriorado (tampoco mejorado)
- Retomé antiguas amistades
- Me deslindé de muchos miedos
- Me ilusioné a final de año nuevamente después de tanto tiempo
- Dejé la abstinencia sexual después de más de un año.
- Ayudé a personas
- Resetee muchas ideas, algunas tantas las cambié.
- Soy más cínica con mis decisiones y sentimientos

Y si lo leen (también yo leyéndolo) ¿en que parte algo puede parecer no bueno?, y eso es lo que me incomoda, porque después de tener tantas bendiciones no pude sentirme plena este 2017.

Tuve aspectos negativos que no quisiera citar, pero mi corazón quiere escribirlas por respeto a lo que soy y a lo que siento:

- Me siento sola, de verdad, sola. Jamás pensé que lo llegase a sentir pero sucede.
- El trabajo nuevo no me aporta lo que busco profesionalmente, de hecho nada, todo se basa en sacar un trabajo que no fue hecho en dos años.
- La ciudad donde radico es cara, el aumento de salario no es ni lo proporcional a lo que gasta uno aquí.
- Es un pueblo hecho para el turismo estadounidense, no hay mucha variedad cultural, no hay ni un parque.
- La atención al cliente en la mayoría de los lugares está limitada al tipo de nacionalidad, si eres mexicano en muchos lugares hasta caras te ponen.
- Me embauqué en algo que no busco sentimentalmente.

En fin, creo que tengo más y que en su momento plasmé, trabajé y ahora no significan muchos, pero estoy tratando de reiniciar todo, de darle un giro a las cosas, de cambiar de perspectiva y de no ceder ante lo que había venido a buscar acá.

Actualmente cesé en la búsqueda de trabajo ¿porqué?, porque creo que debo respetar mi decisión de estar un año aquí, y permitirme explorar de una forma distinta el lugar donde estoy.

Tal vez estoy sumamente cerrada a lo nuevo.

Aún no se que haré en estos días siguientes con exactitud, será buscar las cosas que me ayudan siempre, será retomar mi espiritualidad olvidada, será vincular lo que soy a las perspectivas que necesito cambiar en este momento. En fin, mucho trabajo por hacer este año, muuuuucho.

Bienvenido, bienaventurado y bienvibratorio 2018!!!