Veronika decide morir.

Han de saber que soy fan de Paulo. Desde hace algunos días he cargado en la cabeza la idea de ver la película basada en su libro Veronika decide morir (que no he leído), me inundaba la curiosidad y aunque es mucho más nombrado El alquimista, el hecho de que fuera otro libro el que plasmara en pantalla grande me movía, así que no descanse hasta darme un tiempo hoy.

La temática es algo trillada, ya saben:  si creyéramos que hoy podría ser el último día de tu vida, lo vivirías tan intensamente como pudieses, pero Veronika se inclinó por vivir cosas más "sencillas" pero que la hacían sentir viva.

No voy a mentir, no estoy tan desesperada por ir corriendo a leerlo pero creo que será uno de los próximos que disfrutaré, definitivamente.

Hoy soñé contigo.

Era como enamorarme una vez más de ti, de tus ojos chispeantes como un 16 de septiembre, de la suavidad tosca de tus manos, era como si nuevamente te tuviera entre mis brazos de noviembre y selláramos el silencio del mundo en un beso, como siempre sucedía.

Cada instante contó, fue maravilloso.

Me gustaría preguntarte ¿qué se siente?, sí, a ti me gustaría preguntártelo: ¿qué sientes cuando te suspiro? Cuando inhalo tan fuerte, tan hondo, los sueños que tengo de tus besos y exhalo tu olor por los poros de mi cuerpo. ¿Qué sientes cuando te miro? Cuando observo tus cejas gruesas, tus ojos oscuros, la comisura de tus labios, tus dientes perfilados, tan detalladamente a través de películas viejas llamadas recuerdos. ¿Qué sientes cuando te llamo? Cuando pongo tu nombre sobre mis labios y mi voz callada se despierta, cuando suenan las letras entre el tiempo sin que lleguen a tus oídos. ¿Qué sientes cuando te acaricio? Cuando las yemas de mis dedos surcan el aire suavemente, cuando los vellos de tu piel me pertenecen en ese delirio. ¿Qué sientes cuando te deseo? Así, sin tapujos al llegar la noche, revolcándome entre las sabanas ardiendo entre mis dedos, entre mis senos, entre mi sexo. ¿Qué se siente que te palpite mi corazón? Cuando eres un amor perfecto y no por la cantidad de defectos que tuvimos, que vivimos, que nos reprochamos, que somos, si no de ese perfecto porque fue entre tu y yo, que somos únicos, que no tuvimos ni tendremos comparativos... jamás.

Hoy soñé contigo.

Cada instante contó, fuiste tu mi amor.