miércoles, 10 de septiembre de 2014

Pisando los 26.

Con un día previo, me sincero.

Hoy al bañarme, me entró esa necesidad de sincerarme conmigo misma y con quienes me conocen, aquí es una manera de redactarlo y aunque en mi blog previo no redacte las ideas exactas aquí va:

¿Por qué estoy tan agradecida con mi vida? ¿por que no me arrepiento de nada? ¿cómo le hice?

Fui una persona depresiva e infeliz hasta hace algunos años. Durante mi infancia fui introvertida, me daba miedo y pena todo, incluso pedir permiso para ir al baño, me daba pena estar con mis tíos, mis primos, en la casa de mis abuelos, me daba miedo la oscuridad, me daba miedo pensar en que un día todos íbamos a morir, que puedo decir, sólo tenía dos amigas en la primaria, me invitaron a la escolta pero yo no quise aceptar por la pena de que todos me vieran cada lunes, no hablaba a menos que me sintiera obligada a hacerlo y así fue siempre hasta la secundaria.

En la pubertad me desenvolví un poco más, me encantaba tanto la banda de guerra en la secundaria que tuve que vencer el reto de la "pena a que todos me vean", he de admitir que fue una etapa en la que fui más o menos popular a causa de ello, hablaba casi con todos los que conformaban la banda. Yo tocaba el tom-tom, me encantaba desfilar, fue una de mis pasiones, desenvolví el don de tocar con estilo el instrumento (sin exagerar, me propusieron para capitana pero debido a que empezaba eso de todos iguales, se descartó para evitar sentir a otras personas inseguras, que irónico), empezaba a desarrollarme, cuando mi abuelita enfermó de embolia severa, estuvo mucho tiempo en terapia intensiva, sólo comía por sonda, no le daban mucho tiempo de vida los neurologos, hasta que mi mama dió con uno que nos ayudó, siempre le estaré agradecida. En ese momento cambiaron muchas cosas en mi cosa que revivieron la inseguridad en mi, sólo pensaba en querer morirme, imaginaba las mil formas en como planear mi muerte, desde tirarme de cabeza de la azotea de mi casa, hasta colgarme, peleaba todos los días con mi mamá y la amenzaba a gritos de que un día me iba a encontrar muerta, tenía acné y era robusta, me peinaba con casi todo el cabello en la cara, vestía holgado cuando no portaba el uniforme. Tuve un novio de un día, era de los casi bonitos populares, pero despues de que me lo propuso me dio pena volverlo a ver, a veces me digo: "no puedo creerlo, me di el lujo de rechazar a un niño bonito jajajaja", el era parte de la banda de guerra y definitivamente me dejó de hablar. También besé a una mujer (en mi soledad me incliné a sentirme acompañada por una mujer, pero me definí como heterosexual definitivamente, eso de besar mujeres es un tanto incómodo)

Ésta definitivamente fue la etapa más difícil, admito que no he superado la enfermedad de mi abuelita, aún recuerdo todo lo que pasamos: ver llorar a mi mama todos los días a llanto abierto, casi no veía a mis hermanos ni a mi papá, cada quien formó un mundo independiente, en mi caso me sentía sumamente sola, alejada de todos. Mi abuelita era quien me consentía, me llevaba a todos lados, incluso la veía como mi mamá, no reniego de mi madre, ahora la entiendo, pero mi relación con ella era un poco distante, así que mi abuelita ocupó gran parte de mi afecto, era mi refugio.

En la preparatoria, aún permanecía insegura con mi apariencia, pero desarrollé muy buenas amistades, de las cuales aún conservo a las mejores. Entré en la etapa de querer enamorarme y ser amada por un hombre, en ésta no sucedió. Pensaba que mi vida era sumamente desgraciada, que Dios no me había hecho bonita, que mi abuelita nunca sería la misma, que ya no podía escucharla decirme palabras cariñosas, que tenía una madre enojona, que mis hermanos estaban tan esimismados en sus vidas, que mi papá sólo trabajaba, que no le gustaba a nadie, que mi vida siempre sería la misma, aunque ya no eran tan recurrentes las ideas de suicidio, de vez en cuando me medio rondaban. Ahora me disponía a estar casi siempre dormida, me pesaba vivir, me concentraba en lo que no tenía, o en lo "malo" que me pasaba. Muchas veces desee ser otra persona, soñaba despierta en encontrar al "amor de mi vida", caí en los amores fugaces de internet, no dormir por chatear con el o ellos, aunque también tuve buenos amigos y amigas por este medio.

Muchas veces desee que todo fuese distinto, era amargada, todas las cosas que me decían me las tomaba tan apecho que me enojaba con una facilidad inmediata, nada me parecía, pero también empecé a escuchar a los demás. Me volví alcohólica. Muchas veces nos fuimos a beber a la playa, siempre terminaba ebria, muchas veces me ponía el nervio de punta que mi mamá se enojará, pero al final podía más mis ganas de beber, en contadas ocasiones se percataron de ello, siempre trataba de no llegar en ese estado, y así descubrí ese método de escape, después de ello me divertía bebiendo y ya, así poco a poco la timidez se fue descartando de mi vida, fingiendo seguridad.

Cuando ingresé a la universidad, conocí personas afines, seguí desenvolviendo el gusto por el alcohol, se hacían eventos cada jueves (tamaladas) donde la cerveza era lo prioritario, el desmadre universitario, me integré a ello, era raro que no fueramos.

Empecé a abrir mis ideas un poco más, aunque seguía siendo insegura fingiendo seguridad, pensaba ya que el amor no era para mi, sólo soñaba con terminar la carrera para poder ejercer e irme lejos de esta ciudad que no tenía nada, no tenía más sueños, no sabía lo que me gustaba, lo que me apasionaba, no sabía a donde iba, no sabía que me motivaba, y así fue ese lapso de mi vida, o al menos así lo sentía yo: "X". Descubrí la importancia de los amigos, para bien o para mal, pero con ellos todo eran buenos momentos.

Me enamoré infinidad de veces, me rechazaron casi la misma infinidad de veces, tuve un primer novio del cual sólo accedí por la curiosidad de saber ¿Que se siente tener novio?, no pasó de un mes, de hecho fue una situación rara.

Se acercaba la fecha de terminar mi retícula escolar, dejé libre el último semestre para sólo realizar las prácticas y mi plan era realizarlas fuera del estado, antes de eso ocurrió aquel golpe de situaciones: terminó una "relación no noviazgo" con una persona de la cual ahora entiendo me había aferrado mucho, mi abuela fue internada de emergencia por neumonía, mi mama sufrio quemaduras en ambas piernas, tuve que perder ese semestre.

Y así, descubrí que el ocio es el peor enemigo de todos, me deprimí, pensaba en la infelicidad de mi ser, bajé mucho de peso por el exceso de falta de apetito, pasaban hasta tres días sin darme cuenta de que no había comido, o sólo picaba la comida, me la pasaba dormida cuando no estaba en el hospital con mi abuela o ayudando en la casa, simplemente no veía motivo para yo estar bien.

Un día simplemente todo cambió, me cansé de estar deprimida.

Aunque lo cierto es que después de eso, ha sido una lucha y perseverancia constante, me ha sido tan difícil, tan complicado, pero es el compromiso más grande que he tenido conmigo misma (aún sigo en el, yo creo hasta que muera mi cuerpo) y sólo decidí ir en busca de mis sueños sin importar lo que pudiese pasar.

Nunca ha sido fácil para mi quitarme de la cabeza las inseguridades, las limitaciones, por lo obsesivamente analítica que soy, nadie sabe hasta que punto más que yo obviamente, pero siempre que me sucede algo mínimamente pienso de 5 a 10 o más posibles situaciones que pudiesen desarrollarse de acuerdo a lo que pudiese decidir hacer y de acuerdo a la circunstancia de la que se trate, diantres, a veces no se como puedo formular tantas cosas.

Viajé a Guadalajara por dos semanas para dejar solicitud de practicas profesionales, fui rechazada en casi todas las industrias, y me quedó mandar a cuantas pude por internet, a todos los estados posibles.

Después de eso me sentía con la intención de no decaer, conseguí trabajo en Starbucks, es una chinga total pero para ser mi primer trabajo, lo disfruté muchísimo!. Un día revisando mi correo me encontré con dos correos: me habían aceptado para practicas en una empresa de Queretaro y una empresa en Puebla, la ayuda económica sólo venía de la empresa de Puebla, así que irme a Puebla fue el SÍ!

El primer gran apoyo (del que me di cuenta, ahora veo todo lo que han hecho por mi) de mis padres fue dejarme ir y sostenerme economicamente durante esos meses de practicas, llegó a mis manos aquel libro, "me renové" y desde ahí empecé a satisfacer el hambre de mi alma por felicidad.

He tenido mis bajones, amores que me han rechazado, gustos no reciprocos, dos golpes de ausencia familiar, decadencias economicas, llorar por no poder con el trabajo, en fin, multiples situaciones que he logrado sobrellevar, no dejarme vencer una vez más, pues para una persona que tiende a la depresión de verdad es muy complicado no caer en la primera ocasión en que se suscita un obstáculo o una "mala" circunstancia, es como estar esperando para caer en esa zona que conocemos perfectamente.

He intentado muchas cosas.

No hay un truco mágico, sólo es decidirse por ya no sentir que eres minusculo, o que no puedes hacer algo, a mi por ejemplo me hartó... ¿ahora entienden por que soy tan paciente con las situaciones? El universo no se hizo en un día.

No me arrepiento de nada, entre más profundo caía, más impulso tomaba para poder llegar hasta donde estoy ahora, y no significa que esté 100% conforme, pues quiero seguir evolucionando lo que soy y a donde voy, cada vez tengo más sueños, más hambre de vivir el día, el momento, de disfrutar a mi familia, a mis amigos, me maravillo con cada nimiedad de la vida, una puesta de sol un amanecer para mi son indescriptibles, incluso a veces lloro de alegría por lograr presenciarlo, no me arrepiento de haber pasado por todo eso definitivamente.

Creo en Dios, no soy católica, ni cristiana, ni religiosa, soy creyente de la vida y de Dios. He cometido mis faltas y las sigo cometiendo, pero ya no me permito creer que son algo "malo", si no, que son obstáculos que se tienen que brincar un poco más alto pero nada más. Hoy me doy cuenta que siempre tuve momento felices, que en su momento no logré ver, que mi familia siempre estuvo ahí sólo que yo no dije nada, que tuve amigos maravillosos y aún los tengo, que he tenido tantas cosas que otros no puedes tener, que siempre he sido afortunada.

Hoy a unas horas de mis 26 años, estoy agradecida con la vida con cada célula de mi ser, me falta mucho tiempo por vivir, pues un segundo es una eternidad en la que todo puede cambiar.

"...La fortuna no se mide en monedas, ni en papeles, se mide eso que irradia la mirada, eso que desarma a quien logra ver a través de ella..."   -iR-

#lavidaesbella
#casi26
#llorardefelicidad
#elamoreslomejor

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